martes, 2 de enero de 2024

Teoría | Clasificación clásica de variables

En la primera entrada hemos visto una definición de variable a través de un ejemplo cercano. Puedes hacer clic en el siguiente botón para acceder a dicha entrada y recordar el concepto. Se abrirá en la misma ventana. Para volver aquí, bastará con darle a la flecha de retroceso de tu navegador.




Existen dos grandes categorías de variables: aquellas que usan palabras para definir sus atributos (por ejemplo, el color de pelo de una muestra de personas) y aquellas que emplean números (por ejemplo, la estatura de esa misma muestra). Esta es la clasificación clásica más básica de variables, aunque no hay que olvidar que hay muchas otras formas de realizar taxonomías de variables. En esencia, cuando una variable se define con palabras se denomina variable cualitativa; y si, por el contrario, se define con números se denomina variable cuantitativa.
  • Variables cualitativas. Se describen empleando palabras. Por ejemplo, el género (hombre, mujer u otro), el color de los ojos (marrón, verde o azul), las clases de Quinto de Primaria (Grupo A, B y C) o los hábitos de fumar (nada, poco o mucho).

  • Variables cuantitativas. Son aquellas que emplean números para describirlas. Por ejemplo, la nota de un examen final (4, 5, 9...), la media de la frecuencia cardiaca después de una prueba física (120 pulsaciones por minuto, 125 ppm, 145 ppm...), el peso (77 kg, 85 kg, 70 kg...) o la motivación intrínseca ante una actividad medida con una escala de tipo Likert (10, 12, 13... -estos valores se obtienen de sumar las puntuaciones individuales de cada ítem-).

Cada una de estos dos tipos de variable se subdividen a su vez en dos subcategorías. Empezando por las variables cualitativas, seguramente puedes pensar que en muchas ocasiones no necesitamos establecer un orden (por ejemplo, en el color favorito de una persona o el sexo -no van primero los hombres y luego las mujeres o viceversa-); y que en otras situaciones el orden es necesario  (por ejemplo, la posición de una carrera -primero, segundo, tercero...-). Así, la variable cualitativa se subdivide en variables cualitativas nominales y variables cualitativas ordinales.
  • Variable cualitativa (Palabras)
    • Variable cualitativa nominal. No establece un orden. Por ejemplo, género, grupo de investigación (experimental o control) o color de la piel.

    • Variable cualitativa ordinal. Implica un orden en las categorías o valores. Por ejemplo, posición en una carrera (primero, segundo, tercero...), nivel de inglés (básico, intermedio o avanzado) o nivel socioeconómico (bajo, medio o alto).

Algo similar ocurre con las variables cuantitativas. En determinadas ocasiones simplemente es necesario emplear números enteros (por ejemplo, número de hijos); y en otras situaciones se requiere el uso de números decimales (por ejemplo, la estatura o el tiempo en realizar una prueba). Por tanto, las variables cuantitativas se subdividen en:
  • Variable cuantitativa (Números)
    • Variable cuantitativa discreta. Implica que los números sean enteros y no decimales. Por ejemplo, el número de hermanos (1, 2, 3... pero nunca podrá ser 1,5).

    • Variable cuantitativa continua. Implica que puede ser cualquier número de la recta numérica (incluido los decimales), es decir puede ser cualquier valor comprendido en un rangos de la recta numérica. Por ejemplo, el tiempo que tarda una persona en realizar un circuito de habilidad motora (6,750 segundos, 7,891 segundos, 5,001 segundos...).


En resumen, conocer esta clasificación clásica de variables nos ayudará a saber qué tipo de comparación entre variables deberemos realizar y, por tanto, supone la base del estudio estadístico.




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